El Gran Premio de Australia fue el primer reto que se enfrentó el piloto alemán después de un mes sin subirse al AMR22, ya que dio positivo en Covid-19 y se perdió los GP de Baréin y Arabia Saudí. Todo lo que podía salir mal, salió mal: problema con el motor en los Libres 1, no participó en los Libres 2, accidente en Libres 3, cayó en Q1 y sufrió un accidente en la carrera.
La falta de rodaje sumado con todos estos obstáculos dejaron al tetracampeón del mundo fuera de combate. A pesar de todas estas dificultades, Sebastian prefiere centrarse en la próxima carrera, la cual es la próxima semana en Imola.
"Mi falta de experiencia con este coche no me ha ayudado, empujé demasiado fuerte, perdí el coche en el piano de la curva 4 y no pude evitar el impacto, siendo frustrante. Cada vuelta en condiciones de carrera cuenta, esta era la primera vez que competía con este coche, es una pena que no pudiera completar la carrera".
"Sabemos que el monoplaza es difícil, pero seguimos buscando soluciones para encontrar más ritmo. Las cosas no fueron como queríamos esta semana, pero es hora de avanzar y estoy convencido de que podemos volver más fuertes en Imola", sentencia el alemán en declaraciones recogidas del comunicado de prensa publicado por Aston Martin F1 en su página oficial.