A principio de temporada era imposible que Mercedes luchara contra Red Bull y Ferrari por las posiciones de cabeza. A medida que pasaban los Grandes Premios, la evolución del equipo de Brackley ha sido asombrosa y ahora son capaces de batallar contra ambos Cavallino Rampante y Sergio Pérez. La historia es diferente con Max Verstappen, ya que apenas comete errores y es prácticamente inalcanzable.
Toto Wolff ha pasado de estar frustrado porque sus pilotos no tenían a su disposición un monoplaza competitivo a ver la luz al final del túnel. La mejoría es visible y el trabajo duro de estos últimos meses está dando sus frutos.
"Aunque hayamos tenido un parón más largo de lo habitual en cuanto a acción, las fábricas han estado ocupadas preparando el último empujón de la temporada. Veremos hacia dónde nos lleva ese trabajo duro. Desde el inicio de año hemos hecho un buen progreso y hubo una gran recuperación por parte del equipo, necesitamos mantener esta inercia, seguir aprendiendo y extraer el máximo que podamos de cada oportunidad".
"Es fantástico volver a Singapur por primera vez desde 2019. Nuestro coche debería adaptarse mejor a algunos aspectos de este circuito en comparación a las pistas recientes, pero la superficie bacheada podría ser un factor desafiante. Solo lo sabremos cuando saltemos a la pista el viernes", finaliza el austriaco en el comunicado de Mercedes AMG F1.