En una Fórmula 1 donde siempre ha reinado la supervivencia y el gran circo ha servido para que cada cual se expresara de la forma más libre y personal posible, en los últimos años, según Max Verstappen, ha tomado la vía de lo ‘políticamente correcto’ y amable al oído de los oyentes, fans y espectadores.
El holandés ha recibido esta temporada más de una multa por sus declaraciones y por el uso de palabras malsonante delante de los micrófonos de entrevistas, cosa que no gustó nada a la FIA y que sirvió para que esta le aplicara una sanción al dos veces campeón del mundo.
"La F1 políticamente correcta se está volviendo menos divertida". Tras ser preguntado por el devenir de la situación, el número 1prefirió no entrar en declaraciones polémicas: "Si empeora, no lo sé", añadió. "Pero por mi parte, prefiero no decir demasiado". "Simplemente vivo mi vida, hago lo que tengo que hacer los fines de semana de carrera, pero también fuera de eso".
Por su parte, el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem expresó su preocupación por la cantidad de lenguaje grosero que es transmitido en la F1.