Twitter (@TheDDuran)
Instagram (@dduranissimo)
Durante la mañana del viernes 7 de febrero la FIA ha puesto punto y final a la investigación del accidente en Spa-Francorchamps que acabó con la vida del francés Anthoine Hubert, además de cortar la carrera deportiva de Juan Manuel Correa. En esta investigación se revelan todos los datos del incidente, en el cual también estuvieron involucrados Giuliano Alesi y Ralph Boschung.
El incidente comenzó cuando Alesi perdió el control, lo que parece que se debió a pérdida de presión del neumático trasero izquierdo. El coche de Alesi chocó en el Raidillon, donde Boschung y Hubert, quienes iban a unos 262 kilómetros por hora, trataron de evitarlo – Boschung frenó con tal fuerza que el francés no lo pudo evitar y golpeó su rueda trasera derecha, perdiendo el alerón delantero y yéndose contra el muro de modo que el coche rebotaría de nuevo dentro de la pista.
Por detrás, Correa estaba llegando a la zona del incidente y marchaba por la trazada, pero saliendo del Raidillon tropezó con trozos del coche de Alesi los cuales le dañaron la suspensión delantera derecha y rompieron su alerón delantero. Un segundo y medio más tarde, Correa chocaba contra el lateral del coche de Hubert con una fuerza estremecedora como revelan los datos de la FIA.
Con un ángulo de 86 grados (es decir, casi perpendicular) y a 218 kilómetros por hora, el impacto fue tal que el coche de Correa experimentó una fuerza de 65,1G. Ahora bien, en el caso del monoplaza de Hubert dicha fuerza fue de 81,8G, suficientes para que el coche que ya estaba parado de inmediato saliera disparado a 105,4 kilómetros por hora de nuevo contra el muro, volviendo a rebotar hacia la pista belga.
La respuesta médica se activo a los 12 segundos del inicio del golpe de Alesi y antes incluso de que llegase a parar el coche de Correa – el cual después de la bandera roja prendió fuego debido a una fuga de combustible. En definitiva, se considera que la acción de los comisarios y de control de carrera fue buena y reaccionó de la mejor manera posible, siendo una cadena de eventos incontrolable y más que desafortunada ya que ningún piloto obró de manera inapropiada.