El Nissan ZEOD RC se enfrentó a su prueba de juego este fin de semana. Y es que no hay ningún circuito en el mundo capaz de emular las características del circuito de la Sarthe, por eso había llegado la hora de la verdad para el ganador del Box56.
El pequeño prototipo blanco completó 24 vueltas entre las dos sesiones de entrenamientos libres del pasado domingo. 10 vueltas por la mañana, y 14 vueltas más por la tarde. No había margen de error, pues había la necesidad de recoger muchos datos así como la necesidad de que Wolfgang Reip completara un mínimo de vueltas para obtener el permiso necesario para correr en las 24 horas de Le Mans.
Tras unas vueltas de instalación rodando por encima de los cuatro minutos, el coche volvió a boxes donde se comprobó que todo estaba en su sitio. Más vueltas serían realizadas durante la mañana solo interrumpido por algún problema menor con el sistema de combustible hasta que a última hora el equipo decidía realizar un ‘time attack’ donde se consiguió la mejor vuelta del día con un tiempo de 3’52’’574 y una sorprendente velocidad punta de 305 kilómetros por hora, aunque llego a rodar más deprisa, sorprendente para un motor tricilíndrico de 1.5 litros que apenas pesa 40 kilos.
En la sesión de tarde, la mejor vuelta se marcaba en la primera vuelta, al contrario que por la mañana. Un stint de cuatro vueltas con tiempos de 3’54’’145, 3’59’’052, 4’03’’209 y 4’02’’431. Sin embargo, la mejor noticia fue la confirmación de que el ZEOD RC había conseguido rodar una vuelta completa en modo eléctrico, si bien Nissan no desveló que vuelta había sido ni qué tiempo logró. Unicamente analizando el vuelta a vuelta se puede intuir que sería una vuelta algo por encima de los 4 minutos (4’04’’071) y donde la velocidad punta se quedó en menos de 290km/h, aunque hasta la confirmación oficial, o posiblemente hasta los libres del miércoles, esto son meras hipótesis.
Según declara Nissan, ahora regresarán a las islas británicas, donde se ha desarrollado el coche, y donde analizarán los datos recogidos en esta jornada de test para poner a punto el coche con el que correrán, pues para los test habían traído el coche de pruebas, reconoció el propio Darren Cox. El llamativo prototipo, que es el primer coche moderno en no incorporar retrovisores al ser sustituidos por un sistema de cámaras y pantallas, y que además incorpora un alerón trasero móvil como el de los coches deportivos de calle, que ayuda en frenadas y proporciona estabilidad, volverá a rodar en Le Mans el miércoles 10, en apenas una semana, ya con Lucas Ordoñez al volante.