Álex Palou ya es matemática y oficialmente campeón de la IndyCar 2025 junto a Chip Ganassi Racing y Honda. El piloto español logra su cuarto título con un tercer puesto en Portland por detrás de Will Power y Christian Lundgaard, sumando los puntos suficientes para que nadie pueda alcanzarle a dos carreras del final, algo muy complicado debido al sistema de puntos del campeonato de monoplazas norteamericano.
Todo dependía de cálculos matemáticos con respecto a la posición en la que quedase Pato O'Ward, su único rival con opciones a ser campeón - básicamente quedar por delante del mexicano implicaba ser campeón. Y todo se resolvió literalmente en las primeras paradas, cuando el McLaren-Chevrolet de O'Ward no salía de boxes y, cuando retomó la marcha, estaba 10 vueltas por detrás.
Mientras tanto, Palou luchaba contra rivales como Lundgaard o el legendario Scott Dixon, compañero de equipo de Palou, pero sería Power con una estrategia acertada el que se llevó el triunfo. Por fin una alegría para Penske en IndyCar, llegando a Victory Lane en una temporada desastrosa - iba camino de ser la primera en 25 años, desde su trágico 1999, en el que no ganaban una sola carrera - mientras que Scott McLaughlin quedó bastante atrás y Josef Newgarden al fondo de la parrilla tras trompear con ruedas frías nada más hacer su última parada.
Con cuatro títulos y hasta 8 victorias en una sola temporada, los números de Palou empiezan a compararse con auténticas leyendas de la IndyCar, tales como Sébastien Bourdais (antaño dominador en la era Champcar antes de pasar varios años sin pena ni gloria en Fórmula 1) Mario Andretti, AJ Foyt o Al Unser Sr. Palou está escribiendo una era de oro en la que, además, más popular se está volviendo la IndyCar en otras partes del mundo fuera de Estados Unidos.