Romain Grosjean logró este fin de semana en el Gran Premio de Indianapolis su primer podio en IndyCar. El piloto francés quiso celebrar el podio con una frase reivindicativa en sus redes sociales: "Se trata de no rendirse nunca". Esta frase viene en referencia al proceso de superación y recuperación que tuvo que hacer Grosjean después de su accidente el pasado Gran Premio de Bahréin de 2020 donde chocó a 220 kilómetros por hora contra una barrera que partió el coche por la mitad e hizo que tuviera en vilo a toda la comunidad del motor durante 23 eternos segundos hasta ver como salía de su monoplaza entre las llamas del accidente.
El francés se mostró satisfecho por liderar la prueba durante unas vueltas aunque finalmente terminara segundo tras la bandera de cuadros. "Quedar segundo en mi tercera carrera en IndyCar es algo grande. Es un campeonato duro. Hay mucho talento. En la pista hay mucha rivalidad, pero cuando nos bajamos del coche hay una amistad entre los pilotos que no encuentras en ningún otro sitio. Eso me encanta". Grosjean destacó el buen rendimiento del monoplaza durante la primera parte de la carrera que le hizo dominar la primera posición con comodidad.
Grosjean comparó el monoplaza de F1 con el de la Indy, aludiendo a que le recuerda a su temporada de 2011 en la GP2. "Me gusta conducir este coche. Es bastante parecido al GP2 que conduje en 2011; es un tipo de coche con el que siempre he sido competitivo. En Barber ya aprendí que aquí tienes que apretar desde la primera vuelta hasta la última. En la Fórmula 1, normalmente sólo lo haces en la salida y las primeras vueltas, porque luego las cosas se estabilizan y controlas los neumáticos".
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