El pasado lunes se hizo oficial una de las noticias más impactantes de la temporada en MotoGP: Maverick Viñales y Yamaha separan sus caminos el año que viene. Una información que adelantó Ricard Jové -quien fuera mánager del piloto de Roses en su etapa de Moto3- durante el fin de semana de carreras en Assen y que Viñales desmintió un día antes de hacerse oficial. ¿Su futuro? ¿Aprilia? Aún no lo sabemos, pero a Aleix Espargaró le “encantaría” que fuera su compañero de equipo en 2022.
"Después de mi hermano, Maverick es, sin duda, lo más cerca a un hermano que tengo en el paddock. Tengo muy buena relación con él. Dos de los mejores años de mi carrera en Suzuki los pasé junto a él y sé del talento que tiene. Yo le veo en Yamaha y no está siendo feliz. No está explotando su nivel, su talento. Estoy seguro de eso”, dijo.
“Haga lo que haga Maverick lo voy a apoyar. Me encantaría que fuera mi compañero de equipo, además sería un ‘challenge’ enorme para mí batirlo y sabe que si viene no tendrá fácil ganarme”, explicó el de Aprilia a DAZN cuando se le preguntó por el asunto el domingo, antes de que se hiciera oficial.
"Vida hay una. Hay que ser feliz. Puedes estar ganando mucho dinero o ganando carreras, pero, si no eres feliz, y yo tengo la sensación de que a nivel deportivo él no es feliz, no tienes que seguir. Es muy importante ser feliz. Si ser feliz pasa por volverlo a intentar con Yamaha, perfecto. Si ser feliz, en su cabeza, pasa por un cambio radical e ir a Aprilia, Suzuki o donde sea, que lo haga, sin duda. No hay que tener miedo ni pensar que dejar Yamaha es un pasó atrás, un paso atrás es ser infeliz”, zanjó el ‘41’.