Marc Márquez se hartó de dar vueltas al Circuit de Barcelona-Catalunya en el test posterior a la carrera de Montmeló. El de Cervera completó un total de 87 giros, siendo el piloto que más rodó, y terminando en undécima posición una jornada dominada por Maverick Viñales. Pese a no estar entre los diez primeros, el ocho veces campeón del mundo se mostró satisfecho por como había ido el test y aseguró que necesitaba una jornada en la que pudiera completar tantas vueltas.
“Estoy destrozado. Hoy he sufrido, pero necesitaba un día como éste en el que sólo pudiera conducir y dar vueltas. Probé algunas cosas, pero lo importante para mí era pilotar, hacer vuelta tras vuelta, y eso era todo. Al principio no estaba mal, pero por la tarde preferí no empujar y limitarme a conducir. Ahora toca descansar y dar un paso más en cuanto a la condición física, este día será importante para el futuro”, apuntó el piloto de Honda.
Márquez detalló que probaron nuevas piezas para mejorar la aerodinámica de la moto y ganar velocidad. “Una de las cosas en las que hemos estado trabajando es en la aerodinámica, porque tenemos la posibilidad de homologar una nueva. Sinceramente, sentí pequeñas diferencias, pero podría ser útil tener un carenado que nos ayude en los circuitos más rápidos. He probado muchas cosas, tenía una moto ‘negra’, pero no es un prototipo, es muy parecida a la que estoy montando ahora, pero es para verificar algunos conceptos para el futuro. Volveremos a trabajar en ello en el próximo test de Misano”, confirmó el catalán.
Cuando se le pregunto por el motor, el de Cervera bromeó. “No puedo ser más específico o me matarán”, dijo. “El motor es el mismo, sólo se trata de algunas diferencias en el equilibrio. Hice grandes cambios cada vez que salía a la pista para entender el problema y qué dirección tomar. No ha sido un mal día, he podido conducir mejor que en el fin de semana de la carrera y eso es positivo”, zanjó el #93.