Archivado un Gran Premio de España inolvidable, con la primera victoria de Jack Miller con la Desmosedici GP y la segunda posición de Pecco Bagnaia, nuevo líder del Mundial de MotoGP, la acción se ha reanudado en el circuito de Jerez con una jornada de test para todos los pilotos en los que esta vez no brillaron los pilotos de Ducati, sino que lo hizo Maverick Viñales y su Yamaha los que pusieron el tiempo más rápido al finalizar la sesión. Los test fueron muy descafeinados y tuvieron poca acción en pista, todo el mundo buscando su plan de trabajo.
Marc Márquez sólo dio siete vueltas por los fuertes dolores cervicales, fruto de su caída del sábado. El domingo dijo que pensaba dar "30-40 vueltas, pocas, pero de calidad". Sólo pudo probar un nuevo carenado, que es parecido al que usa Yamaha. Pol Espargaró sufrió una caída en la curva 1, pero pudo seguir rodando. Takaaki Nakagami rodó con un chasis nuevo traído por Honda. Álex Márquez, pese a los dolores en un hombro por la caída en carrera, también fue de la partida.
Fabio Quartararo no salió a pista, ya que el francés se fue a su país con la intención de solucionar sus problemas en el antebrazo derecho. Cabe recordar que ya fue operado antes de la cita de Barcelona, en 2019. Álex Rins por su parte hizo lo mismo por la mañana yse fue del circuito antes de terminar la sesión para poder coger un avión e ir a Barcelona a pasar revisión en su hombro derecho, pues notó dolor tras caerse el sábado. Él y Mir compararon su moto actual con la de 2022, que tiene un motor y chasis nuevos y ya estrenaron en Qatar.
La siguiente prueba del mundial no será hasta el 16 de mayo en el Gran Premio de Francia, donde Quartararo intentará volver a conquistar la pole, y esta vez, aprovechar la oportunidad de mejor manera que en el día de ayer.