Fabio Quartararo volvió a sufrir las carencias de la Yamaha M1 en el Gran Premio de Japón, una cita en la que la marca de Iwata apenas pudo tener un papel protagonista pese a correr en casa. El campeón del mundo de 2021 sorprendió en clasificación con una gran vuelta que le valió el quinto puesto en parrilla, pero en carrera no pudo sostener el ritmo y terminó cayendo posiciones hasta cruzar meta en una discreta octava plaza, por delante de Johann Zarco y gracias a los problemas de Pedro Acosta.
En la sprint del sábado el francés salvó un sexto lugar, pero el domingo volvió a quedar patente la falta de agarre que arrastra Yamaha. “En la salida he empezado muy bien, pero con el nivel de agarre que tenemos me ha pasado todo el mundo. He intentado atacar y rodar con los pilotos de delante, pero está claro que eso es imposible”, explicó Quartararo, que aun así se mostró satisfecho por su desempeño personal: “Mi objetivo es trabajar en mí mismo e intentar mejorar como piloto. Creo que he hecho una buena carrera con lo que teníamos”.
El contraste llegó con Honda, que celebró su primer podio en dos años gracias a Joan Mir. Pese a la mejoría del otro fabricante japonés, Quartararo no cree que esto vaya a ser un detonante para Yamaha. “Si esto es una llamada de atención, creo que es un poco tarde. No necesitamos un podio de Honda para saber dónde estamos. Sólo necesitamos progresar”, señaló el piloto de Niza, consciente de que la temporada 2025 está prácticamente perdida para su equipo.
Mirando al futuro inmediato, Quartararo prefiere mantener un punto de optimismo. La próxima cita en Indonesia podría adaptarse mejor a las características de la M1. “Intentaremos hacerlo lo mejor posible. Creo que Mandalika puede ser un buen circuito para nosotros. No me gusta hablar por adelantado, pero creo que podremos hacer una muy buena clasificación y una buena carrera allí”, apuntó, confiando en que el cambio de neumáticos y las condiciones de pista jueguen a su favor.
Con cinco Grandes Premios por disputarse, el francés sabe que las opciones de pelear por algo importante son mínimas. Aun así, insiste en seguir dando lo máximo: “En este momento, mi objetivo número uno es trabajar en mí mismo. El ritmo no está ahí, pero creo que hemos conseguido el mejor resultado posible con lo que tenemos. No hay nada más que decir”.