En los dos primeros GP de la temporada, Baréin y Arabia Saudí, la escudería italiana no tuvo ningún revés y sus dos pilotos subieron al podio. Los problemas empezaron a partir de Australia, especialmente por el lado de Carlos Sainz. El español tuvo mala suerte por la bandera roja al final de la Q3, que le hizo comenzar desde la mitad de la parrilla. En el día de la carrera, abandonó al quedar atrapado en la escapatoria de grava por intentar evitar el contacto con Schumacher.
En Imola, Ricciardo fue el causante de que Sainz abandonara, mientras que Leclerc trompeó cuando estaba luchando por el segundo puesto, cayendo hasta el sexto puesto. En España, la fiabilidad dio de lado a Leclerc cuando estaba liderando la carrera. En el Principado de Mónaco, el piloto monegasco estaba en cabeza, pero los estrategas de Ferrari se encargaron de fastidiarle la carrera. Doble abandono de los monoplazas italianos en Bakú por motivos de fiabilidad.
En Silverstone, los estrategas volvieron a tener protagonismo, decidieron no parar a Leclerc cuando iba líder. Sainz se retiró en Austria por un fallo en su F1-75, dejando a Ferrari sin un doblete. En Francia, Leclerc sufrió un accidente cuando iba en primera posición, luego los estrategas pararon a Sainz en vez de dejarle luchar en pista contra Pérez y Russell. Por último, las decisiones de Ferrari fastidiaron las carreras de Sainz y Leclerc en Hungría, dejándoles fuera del podio.
"Sin duda, Ferrari es muy rápido, pero algo sale mal casi siempre. No sé lo que es, a veces son los pilotos y otras es el equipo, así no ganarán títulos. Cuando comenzó la temporada, Ferrari era muy fuerte y Red Bull tuvo mala suerte y problemas de fiabilidad, parecía que sería un título fácil para Ferrari y Leclerc, pero Red Bull le dio la vuelta completamente. Sería positivo que solucionaran todos los problemas después del parón de verano porque todos queremos ver carreras emocionantes y una lucha vibrante por el título", concluye el expiloto de F1 en palabras para racingnews365.nl.
