Hacía tiempo que Scott McLaughlin no disfrutaba de un fin de semana tan bueno en los V8 Supercars. De hecho es su primer pleno en la categoría, y eso es algo muy difícil de conseguir. Tras la segunda carrera del fin de semana, queda claro que si Volvo no falla en fiabilidad y se encuentra el setup idóneo, el joven neozelandés es imparable.
Y es que ni Jamie Whincup, maestro del ‘vuelta a vuelta’ en los V8 Supercars, ha podido con McLaughlin. Ayer llegó tarde para atacar a McLaughlin, hoy no pudo seguir el imparable ritmo del de Garry Rogers Motorsport. Y eso que tuvo su oportunidad en la salida, en un momento realmente peliagudo. McLaughlin ensanchó su Volvo S60 y Whincup mordió (literalmente) el polvo. EL #88 casi pierde el coche en curva 1, pero consiguió mantener no sólo la estabilidad, sino también la posición.
A partir de ese momento el grupo se ha estabilizado mientras Whincup y McLaughlin se escapaban. De la primera vuelta destacar el trompo de Chaz Mostert en curva 4, que le ha retrasado en el pelotón, así como la mala salida de Fabian Coulthard. El de Dick Johnson Racing estaba en segunda línea pero se quedó clavado y perdió toda opción de terminar en el podio.
Las primeras paradas empezaron ya en la primera vuelta, con James Moffat al frente. El de Volvo estaba en tercera posición cuando entró al carril de boxes. Una parada más larga al principio y otra más corta al final era su idea, pero debido al peso del coche y un ritmo inferior a lo esperado le condenaron a luchar por el top-10 final. El resto de participantes no encontraron dificultades añadidas más que el perjuicio a nivel de tiempo que tuvieron al parar antes, pese a que habitualmente el denominado undercut hace efecto.
Al terminar las dos paradas, McLaughlin había ampliado la ventaja con Whincup hasta los seis segundos. Y entonces empezó la pelea. Whincup recortaba paso a paso la distancia. 4 segundos…3 segundos… ¡Reventón de Cameron Waters! ¡Coche de seguridad en pista! Las tornas cambiaban. No era lo mejor para Whincup, pues le cortaba, literalmente el ritmo. La inercia es complicada de encontrar con un V8 Supercar, y aún más en Phillip Island, donde el ritmo y el tempo en las curvas es lo que se trabaja.
En la resalida, Whincup no pudo con McLaughlin. Se acercaba, a la vez se alejaba…¡Whincup se va por fuera en la última curva! Mark Winterbottom, que estaba luchando con Scott Pye por la tercera posición, se aprovechaba de la situación y pasaba tanto al Holden como al Ford. Se quedaba descolgado de McLaughlin, y eso terminó de dar la victoria al Volvo #33.
Por detrás, la guerra empezó. Shane Van Gisbergen estaba teniendo una carrera horrorosa, con falta de ritmo. Tras las dos paradas reglamentarias, el neozelandés estaba fuera del top-10 y perdiendo posiciones. A él le vino bien el coche de seguridad y en la neutralización paró una tercera vez, poniendo neumáticos nuevos. En las siete vueltas que hubo después del Safety Car remontó hasta el top-10 de nuevo.
Moffat, que esperaba tener una posición delantera tras la segunda parada, luchaba por estar en el top-10 con un impresionante Chaz Mostert, que había remontado después del trompo de la primera vuelta. Ambos se tocaron en curva 9 y Moffat se salió de pista, terminando en décimo quinta posición final. Los comisarios investigaron el incidente, pero se consideró lance de carrera.
La próxima cita será del 6 al 8 de mayo en el trazado de Barbagallo, en Australia Occidental. Será un evento donde los neumáticos tomarán aún más importancia que en Phillip Island. Jamie Whincup sale como líder del campeonato, con 15 puntos de ventaja sobre McLaughlin.