Stefano Comini logró algo que sobre el papel parecía impensable. El piloto suizo, debutante en el trazado urbano Da Guía de Macau, llegaba con el título en juego, lo que a priori le haría pensar en los puntos más que en la victoria. Sin embargo, una caótica carrera tuvo los ingredientes necesarios para que Comini se llevara el triunfo, que además significaba el título de campeón.
Carrera extremadamente accidentada, como demuestra los coches que vieron la bandera a cuadros; un total de 7 de los 30 inscritos que comenzaron la prueba este jueves. Y es que resulta imposible evitar una montonera cuando el primer clasificado y el segundo tienen un toque en la curva más rápida del circuito. Robert Huff y Jordi Gené acabaron contra las protecciones del circuito en su zona más rápida, provocando una montonera de la que solo salieron indemnes 9 vehículos.
Dicho escenario requirió de una generosa bandera roja que se prolongó durante un periodo considerable de tiempo, hasta que la carrera se relanzó detrás del Safety car con Stefano Comini en primera posición seguido de Pepe Oriola. En el tercer lugar, Morbidelli, aunque el italiano sería sancionado con un Drive Trought, heredando dicha posición Jordi Oriola.
El ataque de Pepe sobre Stefano fue constante, incesable, agobiante, pero Comini cerró todas las puertas a la perfección, aunque aquello supusiera ralentizar el ritmo y que más vehículos llegaran al grupo de cabeza, lo que resultaba negativo de cara al título. La tranquilidad para Comini llegó a tres vueltas de final, cuando Pepe Oriola debía abandonar con visibles problemas tanto de frenos como de temperatura. Dos curvas antes de abandonar, Pepe tuvo que apoyarse en Comini para poder detener su vehículo y evitar contactar con las protecciones.
Con Pepe fuera de juego, se confirmaba el título para Comini, lo que a su vez daba vía libre a Jordi Oriola para luchar por la victoria. Sin embargo Jordi perdía velocidad de forma alarmante, siendo rápidamente adelantado por Andrea Belicchi. Jordi también se vería obligado a abandonar por los problemas en su vehículo justo tras recibir una sanción que le obligaba a pasar por boxes.
Esta situación dejaba el podio en manos de Mihail Grachev, que a pesar de lo ralentizado de la prueba cruzaba línea de meta a 26’’ de distancia, con el sancionado Morbidelli en cuarto lugar. El caos de la carrera se entiende viendo al piloto local Rodolfo Avila en quinta posición, seguido del veterano Robb Holland y con kith Chan en séptima y última posición.
Victoria y título de campeón decidido en una extravagante última carrera y que ponen una despedida dorada para la primera temporada de las TCR International Series.