En el complicado trazado urbano de Yeda, y con un Aston Martin sin ritmo competitivo, el bicampeón del mundo se las ingenió para terminar en la undécima posición, quedándose a las puertas de los puntos tras un esfuerzo titánico. "Es la peor posición, porque estás a una del objetivo", dijo con resignación, aunque sin perder el humor: “Igual descalifican a unos cuantos y cogemos algún punto”.
El asturiano aprovechó bien el caos inicial de carrera, en el que un toque entre Gasly y Tsunoda alteró el orden, y ganó posiciones tras la salida del coche de seguridad. Aunque el ritmo del monoplaza no fue suficiente para mantener el pulso con los rivales directos en la segunda mitad de la prueba, Alonso peleó cada vuelta. Uno de los momentos más tensos lo vivió al intentar adelantar a Gabriel Bortoleto, joven piloto de su agencia, con quien estuvo a punto de tocarse. "Escogí ir por fuera, él no me vio… afortunadamente no pasó nada y luego le devolví la posición para evitar penalizaciones", explicó.
Lejos de buscar culpables, Alonso se tomó el incidente con deportividad y restó importancia a lo ocurrido. “Son cosas que pasan, no hay problema”, declaró tras la carrera. Más allá de resultados, volvió a dejar clara su filosofía de competición: luchar siempre al máximo, sin importar la posición en juego. "No sé correr de otra manera. Da igual que sea por el título o por el puesto 14, yo siempre doy el 100%", sentenció con su habitual determinación.
Aunque esta vez no pudo sumar, su actuación en Arabia Saudí fue otro recordatorio del carácter que le define. En una parrilla cada vez más igualada, Alonso sigue sacando el máximo de un coche que no está entre los mejores, dejando claro que, con o sin puntos, su talento permanece intacto.