Con 2019 a punto de acabar, en Revista Safety Car hemos querido repasar cinco momentos en los que el automovilismo español se reverdeció. El principal baluarte de nuestro deporte fue Fernando Alonso, que volvió a colocar la rojigualda en lo más alto de un campeonato FIA. Por otra parte, en campeonatos menos profesionales Albert Costa ganó el GT Open mientras que Pepe Oriola se llevó la primera edición de la Spa 500.
El año comenzó con el triunfo de Fernando Alonso en las 24 horas de Daytona. El ovetense acudió por segundo año a la cita estrella del IMSA y esta vez cambio United Autosports por Wayne Taylor Racing, formando así equipo con Ricky Taylor, Renger van der Zende y Kamui Kobayashi. El cuarteto se impuso en una carrera que terminó antes de lo previsto debido a las fuertes lluvias y que tuvo como protagonista también al bicampeón de F1. El español se marcó un stint soberbio por la noche que dejó al Cadillac #10 en primera posición tras adelantar a Felipe Nasr en su último relevo, cuando comenzó a llover. Así, Alonso emuló a Antonio García, que ganó la edición de 2009.
Como el desaparecido piloto catalán, Fernando Alonso (junto con Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima) se proclamó campeón de la temporada 2018-2019 del Mundial de Resistencia. El ovetense inició las tres últimas carreras de 2019 empatado a puntos con sus compañeros del TS050 #7 pero los triunfos en los 1000 kilómetros de Sebring, las 6 horas de Spa (que supuso el adiós casi definitivo del título para el #7 al acabar sexto) y el agónico triunfo en las 24 Horas de Le Mans permitieron al bicampeón de F1 apuntarse una nueva corona en su trayectoria. Su segundo laurel en Le Mans no fue sino un broche de oro a un año de cambios para Alonso.
A veces, dar un paso atrás para dar dos hacia delante es la mejor opción. Así podríamos resumir a groso modo la temporada de Albert Costa, que tras tres años en la Blancpain Endurance Cup con Emil Frey Racing y Lexus regresó al GT Open con la formación suiza pero ahora con Lamborghini. Con la última actualización del Huracán GT3 en sus manos, el catalán y Giacomo Altoè ganaron cuatro carreras y demostraron una brillante gestión de las carreras que les permitieron llegar a la última ronda en Monza con el título prácticamente en el bolsillo. Dos cuartos puestos en el trazado milanés fueron más que suficientes para erigirse como el segundo español que gana el título absoluto.
Fue, de lejos, su mejor carrera del año y quizás de su trayectoria deportiva. Tras 101 Grandes Premios, Carlos Sainz logró subirse al podio en el Gran Premio de Brasil en la que fue su mejor carrera en la Fórmula 1. El madrileño salió último por problemas de motor cuando ni siquiera pudo completar una vuelta lanzada. En la carrera fue completamente distinto y gracias a una fabulosa gestión de los neumáticos y del ritmo, una brillante estrategia y, un buen ritmo y a los abandonos de Bottas, los Ferrari y el toque entre Hamilton y Albon en la última vuelta favorecieron que Sainz cruzara la meta en cuarta posición. No obstante, una sanción de cinco segundos a Hamilton por su toque con Albon aupó al 55 a la tercera plaza, teniendo que celebrar su podio en el box de McLaren.
Casi al mismo tiempo que Àlex Palou nacía en Sant Antoni de Vilamajor, Pedro Martínez de la Rosa disfrutaba de las mieles de éxito en Japón como piloto de Team Nova. 22 después, Palou emuló al Nippon Ichi español por antonomasia y se encumbró en Fuji con pole, vuelta rápida y victoria que lo metían en la lucha por el título del certamen en su temporada de debut. El barcelonés mostró una rápida adaptación al campeonato y desde la primera clasificación se mostró como un piloto a tener en cuenta.
Desafortunadamente los problemas mecánicos lastraron su temporada. Un claro ejemplo fue la primera ronda en Suzuka, en la que abandonó cuando iba segundo mientras que en la última (cuando encabezaba la carrera y con opciones al título), los problemas de degradación de gomas lastraron sus opciones de cetro.
No nos olvidamos de Mikel Azcona, que en su salto al WTCR ha demostrado un espectacular nivel. El navarro estuvo en la pomada hasta la penúltima ronda y se consolidó como uno de los mejores novatos del certamen. El momento álgido fue su victoria en la segunda carrera del Race of Portugal, convirtiéndose así en el sexto español en ganar en WTCC/WTCR.
También estuvo en la pomada, aunque en un GT, Miguel Molina. El catalán se ha consolidado como piloto de Ferrari y comenzó su año con un segundo puesto en GTLM en las 24 Horas de Daytona tras liderar gran parte de la prueba. No fue la única carrera de 24 Horas en la que acarició el triunfo. En las 24 Horas de Spa comandó la carrera hasta pasada mitad de carrera mientras que en Le Mans tuvo también tuvo opciones de victoria. Esta rueda de “casis” la cerró con la pérdida de la Blancpain Endurance Cup en el Circuit de Catalunya. Acompañado de Davide Rigon y Mikhail Aleshin, el gerundés llegó a casa con el título muy de cara pero un toque del español con el Bentley de Andy Soucek lapidó sus opciones al título.
Otro que también se consolidó como piloto de GTs fue Fran Rueda. El malagueño dio a McLaren, junto a Andrés Saravia, la primera victoria del 720S GT3 en una competición internacional y peleó por el GT Open hasta la última ronda con el GT3 británico gestionado por Teo Martín Motorsport. Rueda ofreció un gran nivel como piloto de McLaren y todo apunta a que los de Woking reiterarán su confianza en el andaluz para 2020.
Además de la escuadra madrileña, otro equipo español que cosechó éxitos en GT fue Monlau Competición, que estuvo detrás del triunfo de GPX Racing en las 24 Horas de Spa. La escuela catalana asistió a la formación belga durante todo el fin de semana.
Para cerrar no nos olvidamos de los cuatro valientes que asaltaron las 24 Horas de Nürburgring. Toni Castillo, Álvaro Fontes, Guillermo Aso y Joaquín Capsi en un BMW 240i copero de Sörg Motorsport. El cuarteto primer equipo completamente español que compitió en la mítica cita del Nordschleife saldó su participación con un abandono a mitad de carrera.