En los tres primeros E-Prix de la temporada, Jake Hughes había tenido un ritmo asombroso al volante del McLaren en clasificación, ya que fue capaz de asegurarse un lugar en el top 3. En cambio, las sensaciones no fueron igual de buenas en la cita de Ciudad del Cabo, en la que nunca ha estado en el top 10, ni en los entrenamientos ni en la lucha por una posición en parrilla.
El comportamiento del monoplaza no le había dado la confianza necesaria para rozar los muros y rascar décimas importantes. Al intentar ir más allá, tocó el muro en la clasificación y eso le pasó factura. A pesar de estos obstáculos, Hughes estuvo satisfecho con el cuidado de la energía durante la carrera, por lo que pudo rescatar algo positivo de esos días en tierras africanas.
"El resultado no estuvo ahí en India por diversos motivos que estuvieron fuera de nuestro control, pero el rendimiento fue realmente bueno. En general, un fin de semana difícil para mí (el de Sudáfrica), fue uno de los primeros complicados que he tenido en términos de rendimiento. Tuve dificultades con el coche, golpeé el muro en la clasificación, lo que hizo que arrastrara daños para el resto de la sesión y nos comprometiera. Aunque comenzamos desde el decimotercer puesto, la mayor parte de la carrera estuvimos cómodos con la gestión de la energía, siendo algo positivo".