Charles Leclerc no figura oficialmente en el mercado, pero su nombre vuelve a sonar con fuerza lejos de Maranello. A pesar de contar con un contrato plurianual con Ferrari, el complicado momento que atraviesa la Scuderia —tanto a nivel deportivo como interno— ha reactivado las dudas. Y esta vez, el destino alternativo apunta a Aston Martin. Según Leo Turrini, periodista muy próximo al entorno del piloto, Nicolas Todt habría mantenido contactos con altos cargos del equipo de Silverstone con vistas a 2027.
El mensaje reciente de John Elkann, aparentemente dirigido a Lewis Hamilton, ha resonado en ambos lados del garaje. En Italia se interpreta como un aviso general a sus dos pilotos. En ese contexto, Leclerc ha sido quien ha cargado sobre sus hombros el peso del equipo: siete podios en 21 carreras y 214 puntos frente a los 148 del heptacampeón británico. El monegasco mantiene la fe en Ferrari de cara a 2026, pero internamente las dudas se multiplican.
Desde la prensa italiana se insiste en que la relación entre el piloto y la estructura no atraviesa su mejor etapa. Ocho años después de su llegada, Leclerc podría estar cansado de esperar un coche capaz de luchar por títulos. El nuevo reglamento técnico de 2026 será determinante: si Ferrari no acierta, la necesidad de un plan B podría dejar de ser un rumor para convertirse en estrategia. Y en ese escenario, la sombra de Aston Martin aparece con fuerza.
El interés de Silverstone tendría sentido a partir de 2027, año en el que Fernando Alonso termina contrato. La llegada de Adrian Newey, el proyecto conjunto con Honda y unas instalaciones renovadas convierten al equipo británico en una opción atractiva para cualquier piloto top. Aston Martin quiere un líder sólido para su nueva era, y Leclerc encaja en el perfil. Pero también es cierto que mover su nombre ahora puede servir para reforzar su posición negociadora en Ferrari.
El ruido mediático es parte del juego, y en este caso la maniobra parece clara: mantener a Leclerc en el centro del mercado, abrir el abanico de opciones y generar presión en Maranello. Sea para preparar una posible salida o simplemente para elevar su valor contractual, la filtración funciona. Y, con Ferrari en plena incertidumbre, los rumores no harán más que crecer a medida que se acerque 2026.