Carlos Sainz arrancará la primera carrera del mundial con la octava posición en parrilla. El español llevaba un fin de semana perfecto, estando casi siempre por delante de su compañero de equipo Charles Leclerc, pero una mala Q3 lo deja en la cuarta fila de salida del Gran Premio de Baréin.
La Q1 parecía un mero trámite para los de Maranello, pero la mejoría de la pista, junto a una apagada repentina del motor, dejaba a Sainz en la cuerda floja en la primera tanda clasificatoria. Por 'team radio' el español explicaba "se me ha parado el motor, no sé porque". Lo cierto es que la bandera amarilla creada por el piloto español ha hecho que Ocon, que venía mejorando y podía echar al de Ferrari, tuviera que levantar pie y perder la oportunidad de clasificar para Q2. Sainz ha declarado que "ha sido un momento estresante, pero el equipo ha reaccionado bien, para mí ha sido todo un shock".
Al empezar a salir los monoplazas en la Q2, Carlos Sainz se ha incorporado a pista sin ningún tipo de problema en su SF21. El español ha marcado el mejor tiempo de la sesión con neumático blando, superando a Leclerc por tan solo una milésima. Los hombres de RedBull y Mercedes, incluso Alpha Tauri se la han jugado al neumático medio. Sin embargo en Q3 todo ha ido mal para el madrileño. Su primera vuelta con neumático blando usado no ha sido la esperada, y más tarde al poner el juego nuevo de blandos, no ha podido marcar una buena vuelta. El resultado ha sido la octava posición en parrilla, mientras que su compañero de equipo le ha metido medio segundo y saldrá desde la cuarta posición. "En Q3 me ha faltado un poco. Me he visto envuelto en mucho tráfico y me ha costado recuperar. Aún así el fin de semana está siendo muy bueno y el objetivo es rematarlo mañana en la carrera", declaraba después de la 'qualy' el debutante ferrarista.
Mañana a las 17 h de la tarde podremos ver el debut del tercer español en la historia de la F1 en vestir el mono rojo, aunque justo por detrás tendrá a su predecesor Fernando Alonso y su Alpine.