La Fórmula 1 ha querido salir al paso de las críticas tras el polémico Gran Premio de Singapur. La realización de la FOM fue duramente señalada por los aficionados, que lamentaron la ausencia de momentos clave como los adelantamientos de Fernando Alonso o la remontada de Carlos Sainz, mientras se insistía en mostrar constantemente planos de las parejas de los pilotos. El propio Alonso también se mostró muy crítico en redes sociales, señalando que las radios emitidas durante la carrera no reflejaban con precisión sus conversaciones con el muro.
El director de retransmisiones de la F1, Dean Locke, ha respondido públicamente para aclarar la postura de la organización. En una entrevista concedida a Motorsport.com, Locke insistió en que la FOM no actúa con intenciones manipuladoras y que su único objetivo es ofrecer una narración fiel y atractiva del evento. “Tenemos la responsabilidad de contar la historia de forma imparcial y precisa, por lo que no publicamos nada que sea engañoso o tenga otras intenciones”, explicó.
El británico también quiso dirigirse directamente al asturiano: “Fernando es increíble. Lo que es capaz de hacer con ese coche y aún así tener tiempo para pensar en ello es admirable, pero no somos su portavoz”. Locke defendió que las radios y los planos seleccionados siempre buscan dar contexto y mostrar la carrera desde distintos ángulos, pero sin alterar la realidad de lo ocurrido en pista.
Uno de los aspectos más criticados del fin de semana fue el número de planos dedicados a las parejas y familiares de los pilotos. En ese sentido, Locke argumentó que su objetivo es mostrar la Fórmula 1 como un evento global, que abarca tanto la acción en pista como el ambiente alrededor: “Tenemos la responsabilidad de mostrar todo el evento: lo que ocurre en la pista, pero también a su alrededor. Si solo mostráramos primeros planos de los coches, ni siquiera se sabría en qué circuito estamos”.
El director de la FOM comparó su trabajo con el de las retransmisiones de fútbol, donde se muestran las gradas o el ambiente en los estadios para contextualizar la experiencia. Según Locke, la clave está en equilibrar el espectáculo con la precisión informativa. Una respuesta clara a las críticas, pero que deja abierta la reflexión sobre el enfoque que la F1 debe dar a sus retransmisiones en plena era del entretenimiento.