Brasil es el lugar donde la magia florece y donde las grandes hazañas tienen lugar. Después de unos libres 1 en condiciones de seco, las nubes habían descargado antes del inicio de la clasificación y los pilotos se enfrentaron a la pista mojada por primera vez en el fin de semana. Ante este panorama, todos los coches tenían los neumáticos intermedios y, con el paso de los minutos, los tiempos cayeron en picado. Había zonas menos húmedas, por lo que surgió la idea de apostar por las gomas de seco, pero parecía demasiado pronto. Sin embargo, Pierre Gasly arriesgó, puso los blandos y salió a la pista, mientras que el resto no se fiaba. Su primera vuelta cronometrada no fue representativa, pero en la segunda hizo el mejor tiempo, lo que provocó un efecto llamada y todos siguieron sus pasos. Al final, los eliminados fueron Latifi, Tsunoda, Mick Schumacher y ambos Alfa Romeo.
Al principio de la Q2, los pilotos de los equipos potentes salieron con blandos usados, mientras que los de la zona media fueron a por todas desde el primer momento gracias a montar gomas nuevas. El cielo cada vez estaba más oscuro y la preocupación empezó a aumentar en todos los garajes, la lluvia se acercaba y no había tiempo que perder. A falta de 9 minutos para el final, Ocon había sido el primero en avisar, vio gotas en su visera. La máxima tensión tuvo lugar en Mercedes, sus pilotos salieron con neumáticos usados de primeras, estaban en zona de peligro y las gotas eran una amenaza. Afortunadamente para ellos, la fortuna estuvo de su lado y sus dos coches entraron en el Top 10. En cambio, Albon, Gasly, Ricciardo y los Aston Martin fueron los eliminados en esta ronda.
La lluvia fuerte era prácticamente inminente en los compases iniciales de la Q3, la mayoría de pilotos salieron con los blandos, excepto Leclerc, que tenía intermedios. Había que hacer una vuelta en seco costara lo que costase, porque si la pista se mojaba, luego sería imposible mejorar. En Ferrari se equivocaron con el monegasco, sí dio tiempo a lograr un registro de referencia con las ruedas sin surcos, por lo que estuvo obligado a entrar en boxes, pero ya era demasiado tarde. El resto de rivales consiguieron un tiempo y la sorpresa fue ver a Kevin Magnussen en lo más alto de la tabla. Con la intención de mejorar su registro anterior, Russell empezó otra vuelta lanzada, pero metió la rueda trasera derecha en el césped, perdió el control de su W13 y se fue directo a la grava, donde no pudo escapar.
Este incidente provocó una bandera roja, el cielo descargó con fuerza y era imposible que alguien fuera capaz de mejorar cuando se reanudara la sesión. Las sonrisas eran tímidas dentro del garaje de Haas, su primera pole position de su historia estaba en su mano prácticamente. La confirmación tuvo lugar cuando Lewis Hamilton salió con los intermedios y vio que era inviable lograr un registro mejor que con los blandos de antes, lo que provocó el estallido de alegría en la escudería norteamericana, este era un logro impresionante para ellos, y no es para menos. Brasil siempre da sorpresas y hoy no fue una excepción.