En los últimos nueve Grandes Premios de Fórmula 1, el coche de seguridad no ha sido necesario, una circunstancia poco habitual en un deporte conocido por la imprevisibilidad y los accidentes. Mientras la fiabilidad de los monoplazas es uno de los factores, Fernando Alonso ha compartido una teoría interesante sobre por qué los incidentes en carrera parecen haber disminuido.
El bicampeón de Fórmula 1 apunta a que los pilotos están adoptando un enfoque menos agresivo en su conducción, sugiriendo que no llevar los coches al límite absoluto podría ser la clave. Según Alonso, conducir al 90% de la capacidad del coche a menudo resulta ser más rápido y seguro que forzar los límites al 100%. "Estos coches no son fáciles de conducir, pero el problema es extraer el 100%. A veces, conduciendo al 90%, eres más rápido porque no pones la plataforma en un ángulo inconveniente o no fuerzas demasiado la altura del coche", explicó Alonso.
El piloto asturiano también recordó su experiencia en el Gran Premio de Azerbaiyán, donde sintió de primera mano cómo este enfoque menos arriesgado podría estar influyendo en las carreras actuales. A pesar del incidente en la última vuelta entre Carlos Sainz y Sergio Pérez en Bakú, el coche de seguridad no fue necesario, destacando cómo la gestión de los pilotos en situaciones complicadas ha mejorado.
Alonso profundizó en cómo pequeños detalles como el cuidado de los neumáticos y la gestión del combustible también influyen en este fenómeno. "El ahorro de combustible y el cuidado de los neumáticos son cruciales a nivel estratégico. Estos detalles también llevan a que los pilotos conduzcan de manera más suave y con menos riesgos", afirmó.
En resumen, aunque la tecnología y la fiabilidad han mejorado notablemente, el enfoque más calculador de los pilotos, como señala Alonso, podría estar marcando una nueva tendencia en la Fórmula 1, reduciendo los accidentes y, por ende, la necesidad del coche de seguridad en carrera.