A medida que la clasificación avanzaba, el joven talento ha ido de menos a más. En la primera eliminatoria, estuvo a cuatro décimas de su compañero, que terminó en cabeza, pero fue cuestión de tiempo que ganara confianza y sus tiempos fueran cada vez más competitivos. En la Q2 se quedó a 13 milésimas de Hamilton, que volvió a ser el más rápido.
En la Q3, el panorama fue diferente. Russell completó una vuelta lo suficientemente buena para situarse en segunda posición, a 132 milésimas del poleman provisional, Max Verstappen. Todavía faltaba una oportunidad para intentar arrebatar el primer puesto al bicampeón, pero superó los límites de la pista en la curva 12 y ese tiempo fue anulado. Al no haber aprovechado este intento, el piloto de Mercedes estuvo enfadado consigo mismo porque creía firmemente que la pole position podía haber sido suya.
"El equipo merecía más, el coche ha estado fantástico este fin de semana y esta es una prueba del trabajo duro que se estuvo haciendo durante tanto tiempo. Vimos la semana pasada lo que Lewis era capaz con este coche, y en este fin de semana parecía que la pole estaba ahí para nosotros. Estoy emocionado por volver a la primera fila e ir con todo en la carrera", afirma el británico.