El futuro motor Mercedes de 2026 ha desatado la expectación en el paddock, pero James Vowles, jefe de equipo de Williams, prefiere mantener los pies en el suelo. El británico, que conoce de primera mano el trabajo de la marca alemana tras su etapa en Brackley, asegura que el rendimiento real de la nueva unidad de potencia no se descubrirá hasta que los semáforos se apaguen en Australia el próximo 8 de marzo.
“Es una conversación interesante en el paddock, porque nadie lo sabe. No es que los fabricantes se sienten y digan ‘yo tengo tanta potencia o tanta eficiencia’. Nadie enseña sus cartas”, explicó en el pódcast oficial de la Fórmula 1, Beyond The Grid. “Mercedes siempre lo ha hecho bien con los cambios de reglamento, pero la realidad es que no sabemos lo que tiene Ferrari ni lo que tiene Honda. Es una incógnita completa”.
Vowles subrayó que el desarrollo de las unidades de potencia sigue en marcha y que Mercedes aún no ha mostrado su especificación definitiva. “Todavía queda camino por recorrer. En unas siete semanas tendremos algo más cercano a la versión final. Hay semanas buenas y malas, y en un cambio normativo te sientes héroe cuando encuentras algo, y frustrado cuando no avanza nada”, señaló.
El británico también anticipó cómo cambiará el espectáculo con las nuevas reglas técnicas. Sin DRS y con una gestión más activa de la energía eléctrica, los adelantamientos dependerán más de la inteligencia de los pilotos que de la pura velocidad. “Será un juego de ajedrez: cómo usas tu coche y tu energía marcará la diferencia”, apuntó.
Según Vowles, el nuevo reglamento debería reducir las diferencias entre equipos y dar más oportunidades a los que están en la zona media. “No creo que veamos un dominio como el de 2014. Habrá circuitos complicados, como Spa o Monza, pero el resto estarán equilibrados. El orden actual no se repetirá, y eso es bueno para el deporte”, concluyó.