En la sexta vuelta tuvo lugar el accidente más fuerte de la carrera en el que Kevin Magnussen impactaba frontalmente contra las protecciones al salir a alta velocidad de Eau Rouge.
El RS16 del danés sobrepasó la curva del Radillon con más de la mitad del coche, lo que provocó que el piloto perdiera el control del monoplaza hiciera un giro de 360 grados para acabar golpeando contra las barreras. En la retransmisión de la carrera se pudo observar que el gráfico que mide las fuerzas G reflejó que Magnussen tuvo que soportar 42G.
Debido a este choque se despredió el reposacabeza el cual no debe soltarse del cockpit, por lo que la FIA investigará el motivo de que este elemento se desacoplara.