En las últimas horas llegaban informaciones desde los alrededores del Circuito de Imola poco alentadoras para los intereses de la F1 y sus equipos. Tras las fuertes lluvias que están sufriendo en la zona de la Emilia-Romagna a consecuencia del Ciclón Minerva, la F1 y las autoridades locales han tomado la decisión de suspender el evento deportivo.
En una reunión celebrada esta mañana, FIA con Ben Sulayem al frente, el Gobierno Italiano con varios de sus ministros, el alcalde de la localidad y el promotor del campeonato, han tratado las diferentes posibilidades sobre qué hacer con el Gran Premio. Tras analizar todas ellas y en base a la situación que se está viviendo en la zona, se ha decidido que la mejor decisión era la de suspender el Gran Premio, ya que no se podría cumplir con las medidas de seguridad necesarias para un evento de tal magnitud.
En el comunicado oficial emitido por F1, se recogía lo siguiente: "La decisión se toma porque no es posible celebrar el evento de manera segura para aficionados, equipos y personal, y es lo más responsable vista la situación a la que se enfrentan las localidades y ciudades de la región. No sería apropiado poner más presión sobre las autoridades locales y servicios de emergencias en este momento difícil."
De esta forma, el Circo de la F1 regresará la semana próxima con la disputa del GP de Mónaco. Por su parte, los organizadores del Gran Premio de la Emilia Romagna esperan poder encontrar un hueco en el calendario donde poder reubicar el evento y así poder celebrarlo.