Max Verstappen da otro golpe al campeonato gracias a su nueva victoria en Bélgica

La decimocuarta carrera de la temporada prometía mucho, ya que había pilotos que estaban en posiciones poco habituales en la parrilla, Alonso comenzaba tercero, los Williams y los Aston Martin estaban dentro en el Top 10 y los dos candidatos al título, Verstappen y Leclerc, partían fuera de la zona de puntos.

Cuando se apagaron los semáforos, la arrancada de Pérez había deseado que desear, permitiendo a Alonso y a ambos Mercedes situarse por detrás de Carlos Sainz, que lideraba el pelotón. Al final de la recta de Kemmel, Alonso y Hamilton habían llegado en paralelo a Les Combes, el español iba por el interior y su rival por el exterior, sin embargo, el británico cerró tanto la puerta que el Alpine se quedó sin espacio, provocando la colisión entre ambos. Debido al toque de sus ruedas, el Mercedes salió catapultado y el impacto contra el suelo fue tan fuerte que el W13 quedó seriamente dañado, causando la posterior retirada del heptacampeón. En cambio, el monoplaza del bicampeón sobrevivió y pudo disputar el resto de la sesión. La acción no cesó en absoluto, en la siguiente vuelta, Latifi había metido la rueda trasera derecha en la grava de la curva 6, perdió el control de su coche y quedó cruzado en la trazada, Ocon le esquivó, pero Bottas no, siendo la causa de que el finlandés abandonara. Debido a este suceso, el coche de seguridad entró en la pista durante un par de giros. 

Una vez se había relanzado la carrera, Sainz fue capaz de dejar sin DRS a Pérez, que había recuperado la segunda plaza tras el percance entre Alonso y Hamilton. Alcanzada la décima vuelta, el piloto de Ferrari estaba sufriendo con la degradación de sus neumáticos y no tuvo más remedio que entrar en boxes en la vuelta 12. Con esta parada, Pérez había escalado al primer puesto, pero la verdadera sorpresa fue ver a Max Verstappen detrás de su compañero. Completado el primer periodo de pit stops, Sainz estaba en cabeza de nuevo, pero fue cuestión de tiempo que Verstappen y Pérez le adelantaran. A partir de ese momento, los Red Bull fueron inalcanzables y no se les volvió a ver. 

Como la lucha por la victoria se había terminado demasiado pronto, las miradas estuvieron por detrás. Alonso estuvo liderando la zona media durante toda la carrera gracias a una conducción perfecta, la estrategia fue acertada y los pit stops también fueron buenos. Sin embargo, Ocon y Vettel fueron de los últimos en hacer el segundo pit stop, por lo que contaban con gomas mejores que las de Fernando y eran una posible amenaza. A pesar de estar en desventaja, el asturiano se dejó la piel en la pista para mantener la distancia y terminar por delante de ambos. La sexta plaza estaba asegurada, pero hubo una sorpresa al final de la sesión. Ferrari ordenó a Leclerc, que estaba quinto y con un margen de 19 segundos sobre Alonso, a entrar en boxes para intentar sumar el punto extra de la vuelta rápida. Al final, el plan salió mal, el monegasco fue penalizado con cinco segundos por exceso de velocidad en el pit lane, así que la quinta plaza fue para Alonso finalmente. 

Después de 44 vueltas al circuito belga, Verstappen y Pérez subieron a los dos escalones más altos del podio, logrando su cuarto doblete de la temporada y alejándose aún más de sus perseguidores en ambos campeonatos. Sainz finalizó tercero, el mejor resultado posible, ya que Red Bull ha sido claramente superior a Ferrari. Por detrás, George Russell finalizó cuarto, Alonso fue quinto, Leclerc sexto, Ocon séptimo, Vettel octavo, Gasly noveno y Albon sumó el último punto.