Hace unos meses se cumplió medio siglo de una de las carreras que marcaron una época en la Fórmula 1. Hablamos, por supuesto, del Gran Premio de España de 1975, el último que se celebró en las calles del ahora legendario Montjuic Park. Es recordado por muchos datos - incluyendo por ser la única carrera que ganó Jochen Mass, de quien precisamente nos tuvimos que despedir hace unos meses - pero fue también especial ya que es la única carrera en la que una mujer logró puntuar en F1: Lella Lombardi
Montjuic siempre fue un circuito muy especial y querido, con constantes cambios de elevación sobre las carreteras que hoy pasan por encima de la Plaza de España y de la Fira de Barcelona, con la ‘recta’ de meta siendo la avenida que nos lleva hasta el estadio de Montjuic. Hace más de 50 años, la montaña se convertía en un lugar mágico para los amantes del motor, con la particularidad de ser antihorario y con dos mitades muy diferentes, una primera mitad muy lenta cuesta abajo y una segunda mitad de curvas mucho más rápidas cuesta arriba.
Ahora bien, su seguridad (era un circuito con 40 años de historia ya en aquellos años) estaba en duda y las dudas se confirmaron cuando se observó que las barreras no estaban fijadas como deberían - los pilotos estuvieron a punto de ponerse en huelga, pero ante la posibilidad de que la Guardia Civil, en el último año de la dictadura franquista, inmovilizase los coches en el estadio de Montjuic, decidieron seguir adelante y correr. Eso sí, el entonces bicampeón mundial Emerson Fittipaldi dio tres vueltas en clasificación, las mínimas por normativa, y no saldría a la carrera. Su hermano Wilson, así como Arturo Merzario, decidirían abandonar tras la primera vuelta. Niki Lauda no llegó ni a eso, siendo embestido por Mario Andretti tras ser golpeado este por Vittorio Brambilla en la salida.
En apenas seis vueltas casi la mitad de la parrilla estaba fuera: Depailler rompió la suspensión, Mark Donohue tuvo un accidente con el entonces debutante y futuro campeón mundial Alan Jones, Jody Scheckter rompió el motor y James Hunt también se iría contra el muro patinando en el aceite de Scheckter. Andretti, Peterson y muchos más también abandonarían antes de mitad de carrera. O lo que debía serlo, pues en la vuelta 25 cambió todo.
El alerón trasero del Embassy-Hill de Rolf Stommelen cedió y el alemán se fue hacia el muro, rebotando al otro lado de la pista y volando por encima de la valla hacia el público. Fallecieron cuatro personas: el bombero Joaquín Benaches Morera, dos fotógrafos, Mario de Roia y Antonio Font Bayarri, así como un espectador (Andrés Ruiz Villanova). Tardaron cuatro vueltas en parar la carrera y, para entonces, Mass estaba primero por delante de Jacky Ickx y Jean-Pierre-Jarier, quien recibió una penalización por adelantar bajo banderas amarillas y fue relegado al cuarto puesto tras Carlos Reutemann, seguido por Brambilla.
A una vuelta, con el otro March, llegaría Lombardi: desde el puesto 24º de 26 en la parrilla, había escalado hasta llegar el sexto puesto, entonces la última posición de puntos. Era el primer punto de una mujer en Fórmula 1, pero al no llegarse al 60% de la distancia total, se repartieron los puntos a la mitad de manera que Lombardi recibió medio punto.
Pero, ¿quién era realmente Lombardi? Una pionera que había ascendido desde el karting en los 60, pasando por Fórmula 3, ganó la Fórmula 850 italiana en 1970 y ascendió en Fórmula 5000 y trató de escalar hasta la F1, aunque en su debut no logró clasificarse con un Brabham BT42 de Polymer. Para 1975 firmaría con March, siendo la primera mujer desde Maria Teresa de Filippis en clasificarse para una carrera de F1. Su tercera carrera sería España, logrando ese medio punto que es hasta ahora la única vez que se ha visto a una mujer en puntos en F1. A punto estuvo de repetir la gesta en el Nürburgring, acabando en 7º posición.
Aunque empezó 1976 con March, sería reemplazada por el as ascendente Ronnie Peterson, procedente de un mal año con Lotus, de modo que probó suerte en RAM Racing, pero sólo logró clasificarse para una carrera. Tras aquel año se dedicó a competir en otras categorías, apareciendo en las 24 Horas de Le Mans donde fue segunda de su categoría GTP en 1976 pilotando un Lancia Stratos junto a Christine Dacremont. Como dato de curiosidad, en su último Le Mans en 1980, compartió un Osella junto a Mark Thatcher, hijo de la entonces primera ministra británica Margaret.
Lombardi competiría también en otras categorías, como la NASCAR o el DTM original en 1984, siendo la primera mujer en competir en el campeonato. Se retiraría años después y fundaría su equipo Lombardi Autosport, pero por desgracia el cáncer de mama se la llevaría en 1992 a punto de cumplir los 51 años - menos de dos meses después Ellen Lohr, quien siguió los pasos de Lombardi, lograría una victoria en el DTM, este ya en su era dorada. A día de hoy Lombardi, junto a de Filippis, Desirée Wilson o María de Villota, sigue siendo una referente de que las mujeres también han llegado a la categoría reina. A modo de comparación, su 6º puesto en el March en España 1975 sería un equivalente de un Alpine o Sauber, con el detalle de que en aquellos años la diferencia entre coches era mucho mayor.
¿Llegarán otras mujeres para repetir la gesta de Lombardi en F1?
Incluso los mejores talentos femeninos a día de hoy cuentan con ranking bronce o plata, ninguna oro o mucho menos platino, que es como figuran automáticamente pilotos de F1 que llegan a competir en resistencia. Por las exigencias físicas (o más bien la manera en la que son ideados y construidos), un Fórmula 3 o Fórmula 2 es un gran reto - aunque ni de lejos imposible, como ya demostró Simona de Silvestro con un gran entrenamiento físico, logrando un 2º en Houston 2013. Otra fémina que llegó hasta F3 fue Sophia Flörsch años atrás, si bien tanto ella como Jamie Chadwick son testigos del gran cambio que hay entre el F4 (caso de la F1 Academy) a monoplazas de categorías superiores.
La realidad es que, a día de hoy y con la estructura actual, la resistencia es donde mejor camino parecen tener. Ya lo hemos visto con Iron Dames ganando carreras en el Mundial de Resistencia con pilotos como Michelle Gatting, Sarah Bovy u otros talentos, como Lilou Wadoux. Ojalá veamos a Marta García con ellas en más carreras de resistencia en el futuro, teniendo la española la cuenta pendiente de poder correr en Le Mans…