El Gran Premio de Ciudad de México arrancó con una jornada de libres marcada por la presencia de pilotos novatos y una pista complicada, en la que George Russell se impuso al resto con un crono de 1:17.998, superando al madrileño Carlos Sainz y al campeón mundial Max Verstappen.
La sesión comenzó con intensidad, ya que cinco equipos dieron oportunidad a sus pilotos de prueba para cumplir la normativa de la FIA, siendo el más destacado Patricio O’Ward, quien hizo vibrar al público mexicano al volante del McLaren. Sin embargo, la pista sucia y una temprana bandera roja ralentizaron la acción tras un incidente que afectó al monoplaza de Andrea Kimi Antonelli, el novato de Mercedes, por un objeto duro en la recta principal.
Luego de una breve pausa, la sesión se reanudó, y los tiempos comenzaron a caer lentamente mientras los pilotos lidiaban con la falta de agarre. La tabla de posiciones fue cambiante, con Kevin Magnussen, Sergio Pérez y George Russell alternando la punta en décimas de diferencia, aunque finalmente fue el británico quien lideró con un crono ajustado. Sin embargo, una colisión entre Alexander Albon y el Ferrari de Oliver Bearman obligó a finalizar la práctica antes de lo previsto, añadiendo polémica tras el choque.
Con el ecuador de la sesión superado y el asfalto más limpio, los equipos realizaron simulaciones de clasificación usando el compuesto blando. Sainz marcó un tiempo de 1:18.573, destacando por encima de Verstappen y Pérez, aunque fue Russell quien finalmente lideró la tanda. Los últimos minutos vieron intentos de mejora, pero una falta de potencia en el coche de Verstappen y el tráfico en pista impidieron cambios significativos en las posiciones.