Desde que ha comenzado la temporada, el principal punto débil del equipo de Lawrence Stroll en los fines de semana de competición ha sido la clasificación. De las 28 sesiones que deciden el orden de la parrilla (contando ambos pilotos), Aston Martin ha estado fuera del Top 15 en 18 ocasiones. Los dos pilotos tienen dificultades para extraer el máximo potencial del monoplaza a una vuelta, en cambio, su ritmo es más poderoso en la carrera, lo que les permite escalar muchas posiciones.
Bélgica no ha sido una excepción, Vettel cayó en Q1 y Lance Stroll solo pudo ser decimocuarto. Con las numerosas penalizaciones por cambio de componentes, los Aston Martin subieron hasta la novena y décima plaza en la parrilla. El tetracampeón del mundo no solo mantuvo su posición dentro del Top 10, sino que fue capaz de mejorarla y terminar en un octavo puesto más que positivo, teniendo en cuenta la capacidad del AMR22.
"El octavo es un resultado sólido. Una vez más, fuimos más competitivos en la carrera que en la clasificación, empezamos fuertes y conseguí encontrar un ritmo decente. Fui capaz de presionar a los Alpine, creo que el séptimo puesto quizá era posible, pero eran demasiado rápidos para nosotros", afirma el alemán en el comunicado publicado en la web de Aston Martin F1.