Massimo Rivola, CEO de Aprilia Racing, no ocultaba su decepción tras otro fin de semana complicado para el equipo en MotoGP. "Otro fin de semana decepcionante", resumía tras los malos resultados en las últimas carreras, destacando que la RS-GP parece tener un problema persistente cuando las temperaturas suben. Este inconveniente, que afecta su capacidad para generar agarre, ha sido un lastre desde 2022, año en que Aleix Espargaró llegó a soñar con el título.
El equipo ha caído al tercer lugar en el Mundial de constructores con 224 puntos, por detrás de Ducati, que lidera con 463, y KTM con 234. En el GP de Motorland Aragón, Aprilia solo sumó 11 puntos, quedándose en cero en el Sprint con Aleix Espargaró, Maverick Viñales y Raúl Fernández. Miguel Oliveira fue quien salvó la situación con un quinto puesto. La carrera principal tampoco fue mejor: Espargaró terminó décimo, mientras que Viñales, Oliveira y Fernández no sumaron puntos. "El peor Gran Premio en años", confesaba Espargaró tras su desilusionante actuación.
En el Gran Premio de San Marino, la situación empeoró, con el equipo sumando solo cinco puntos, todos gracias a Oliveira, quien fue el único que terminó la carrera en undécima posición. El diagnóstico parece claro para Aprilia: cuando no hay agarre, no tienen opciones de competir al nivel esperado. Espargaró admitía la frustración del equipo, que ha intentado varias configuraciones sin éxito. "Hemos probado de todo, incluyendo una moto más corta, y no conseguimos generar agarre ni parar la moto. No puede ir peor", declaraba el piloto español. La principal preocupación, según Espargaró, es que ni él ni los ingenieros de Aprilia logran entender por qué no pueden utilizar el freno trasero de manera efectiva, lo que les impide detenerse correctamente en las curvas.
Maverick Viñales, quien dejará Aprilia para unirse a KTM en 2025, también expresó su frustración y la necesidad de un análisis profundo del problema. "Esta carrera -San Marino- no refleja nuestro nivel. Necesitamos hacer un análisis a fondo del problema para saber por qué no somos capaces de extraer nuestro máximo potencial", advirtió Viñales, haciendo eco de los sentimientos de Espargaró.
El equipo llevó a cabo nuevas pruebas en el test de Misano para intentar mejorar el rendimiento de la moto, y las primeras impresiones son optimistas, aunque la verdadera prueba vendrá en el próximo Gran Premio en Indonesia, donde las altas temperaturas pondrán a prueba nuevamente a la RS-GP. "En el test entendimos la dirección que debemos tomar. Espero que mejoremos", comentó Espargaró, mientras que Viñales agregó: "Debemos mejorar y evitar errores". Aprilia tiene pocos días para encontrar una solución antes de enfrentarse a la calurosa prueba de fuego en Mandalika, un circuito donde las condiciones extremas podrían volver a poner a prueba la capacidad de la moto para rendir en lo más alto.