KTM atraviesa una complicada situación financiera que ha llevado a anunciar recortes importantes en su estructura y programas deportivos. La empresa reducirá su producción, cesando actividades en enero y febrero de 2025, y planea despedir entre 280 y 300 empleados a finales de este año. A pesar de necesitar una inyección de tres millones de euros para estabilizar su liquidez, la dirección de KTM busca alternativas sin depender de Red Bull como salvador financiero.
Un comunicado de Pierer Mobility AG negó las especulaciones sobre una posible intervención de Mark Mateschitz, heredero de Red Bull, aunque ambas compañías mantienen una colaboración estrecha en el deporte del motor. Desde 2025, KTM centrará su imagen en el color naranja y reducirá la presencia de marcas asociadas como Husqvarna y GasGas, concentrándose en su programa de MotoGP.
A pesar de los recortes en categorías como Moto2, Moto3 y el Dakar, KTM reafirma su compromiso con MotoGP, el proyecto más caro y ambicioso de la marca. Según Pit Beirer, jefe de KTM Motorsport, "Lo que hacemos, lo hacemos al 100%". Los equipos oficiales y Tech3 competirán con decoración de Red Bull, con pilotos como Brad Binder, Pedro Acosta, Maverick Viñales y Enea Bastianini liderando la alineación.
El automovilismo sigue siendo el eje del éxito comercial de KTM, como explica Beirer: "Hemos ganado carreras y luego hemos vendido motos. Ese es el secreto de nuestro éxito". Sin embargo, las dificultades económicas y la caída en las ventas exigen una reorganización estratégica.La empresa enfrenta un panorama complicado en el mercado europeo de motocicletas, pero confía en superar la crisis apoyándose en el automovilismo como herramienta de marketing y unión corporativa. "Estamos en una fase complicada, pero estamos listos para luchar", declaró Beirer. Desde su debut en MotoGP en 2017, KTM ha logrado siete victorias y busca seguir creciendo para pelear por el título mundial.