Las esperanzas de la marca de Mattighofen siguen puestas en la estabilidad del proyecto, y para ello parecen tomar medidas decidides a recuperarse un poco del duro bache que vienen sufriendo en el último tramo de 2024, en que la situación financiera y económica de los austríacos se vio en grave peligro e incluso con riesgo de llegar a desaparecer.
Justo antes de navidad, KTM entró en concurso de acreedores con la intención de proteger el proyecto. Una deuda escalada a los 1.8 billones de euros hizo que la marca rozara la quiebra absoluta, y esta era prácticamente una de las últimas soluciones para salvaguardar el futuro de esta.
Los principales apoyos estratégicos de KTM, Bajjaj Auto y CFMoto, planean aumentar su inversión en el proyecto, que también ha atraído interés desde Hong Kong por parte del fondo FountainVest.
El CEO de la fábrica, Stefan Pierer también declaró que usará sus propias finanzas y patrimonio personal para ayudar a superar el proceso de reestructuración, que deberá vender varios de sus activos también como parte del proceso.