Fabio Quartararo se siente con fuerzas para lograr un buen resultado en el Gran Premio de Francia. El corredor de Yamaha decidió operarse del síndrome compartimental que le arruinó la carrera del GP de España, en la que lideró gran parte de las vueltas hasta que su brazo dijo basta. El francés acabó la carrera con mucho dolor y cruzó la línea de meta en 13º posición y llorando.
Al día siguiente, Quartararo no participó en el test de Jerez porque ya había viajado a su país para meditar la intervención, y el martes pasó por quirófano. Tal y como avanzó su entrenador, Éric Mahé, la cirugía fue menos agresiva que a la que se sometió hace dos temporadas siendo un ‘rookie’, cuando se operó tan solo diez días antes de correr en Montmeló y acabo segundo, logrando su primer podio en MotoGP.
‘El Diablo’ ha asegurado que se siente bien tras la intervención. “La forma como terminamos el GP de España fue una pena, pero lo positivo que nos llevamos es que somos lo suficientemente rápidos para luchar por podios y victorias. Me operaron del síndrome compartimental y fue un éxito. He estado entrenando desde entonces y me siento optimista sobre este fin de semana”, ha comentado en un comunicado del equipo Monster Energy Yamaha.
Quartararo afronta el gran premio de casa con la segunda posición de la general. Pese al mal resultado en Jerez, solo le separan dos puntos de ‘Pecco’ Bagnaia, el actual líder del Mundial. Visitar el Circuito de Le Mans es un extra de motivación para el piloto y además es un trazado que se adapta bien a la YZR-M1. “Siempre es bueno ir a Le Mans, porque es mi carrera de casa. Haré todo lo posible para volver a estar en la cima lo antes posible”, ha apuntado el francés.