Desde los momentos iniciales la prueba dio muestras de lo caótica que iba a ser. Markus Pommer, que salía en segunda posición, realizaba una malísima salida cayendo hasta el fondo del pelotón. Giovesi que salía en la primera posición de la parrilla lograba mantener este puesto mientras que Tamas Pal Kiss adelantaba a Sergio Campana por la segunda posición en la primera curva.
Giovesi se mantuvo en primera posición hasta la vuelta siete cuando Tamas Pal Kiss en un intento más que optimista acabó con su carrera y con la de su rival. El incidente propició la salida del coche de seguridad, y con él la locura se confirmó la llegada del caos a Marrakech.
Pit stops fallidos, motores calados, errores de pilotos y demás circunstancias hicieron que hasta el paso de los pilotos por meta detrás del coche de seguridad no se supiese que Kimiya Sato iba liderando la carrera por delante de Sergio Campana.
En la resalida el japonés se mantuvo sólido en la primera posición, mientras Markus Pommer, que recuperaba terreno perdido en la salida, acosaba a Campana por la segunda posición. Finalmente, Pommer cometería un error al intentar el adelantamiento en la última curva y calaría el motor de su Auto GP perdiendo mucho tiempo y posiciones.
Llegando al final de la carrera, Sato lideraba por delante de Campana que perdía tiempo. Sin embargo en la última vuelta el piloto italiano impactaba contra las barreras y veía como su podio se quedaba en nada.
A Sato lo acompañaron en el podio Michele La Rosa y Giuseppe Cipriani. Cuarta sería la piloto Michela Cerruti por delante de pilotos debutantes como Sam Dejonghe y Spinelli.
La pole para la segunda carrera de mañana con parrilla invertida fue a parar a manos de Markus Pommer.