La primera toma de contacto con la pista belga no ha sido especialmente alentadora para la escudería de Brackley. La diferencia entre Hamilton y Leclerc, el primero de los Ferrari, en los Libres 2 no había bajado del medio segundo, pero lo preocupante era que Verstappen siempre estuvo a más de un segundo, un panorama que no gustó al heptacampeón. Hiciera lo que hiciera, esa desventaja no disminuía, y las bajas temperaturas tampoco ayudaron porque le costó que sus neumáticos se calentaran.
En Hungría había pasado algo similar, los pilotos de Mercedes estaban frustrados por el comportamiento del W13 en las prácticas del viernes, pero dieron un salto enorme en la clasificación, por lo que el británico espera que esa mejoría se repita en Spa.
"No fuimos muy rápido y no estoy seguro por qué, podía ser por la temperatura de los neumáticos, los niveles de ala, muchas cosas... No es desastroso, pero estamos lejos. Esto lo hemos experimentado otras veces y luego las cosas mejoraron el sábado, espero que sea el caso en este fin de semana. Tenemos que trabajar duro, analizar los datos y averiguar cómo podemos meter el coche en una posición mejor. El coche no se siente igual que en Budapest en términos de ritmo de clasificación, pero no estamos tan lejos como parecía ese viernes, lo que me da esperanza", concluye el británico en la nota de prensa de Mercedes posterior a los entrenamientos.