Han sacado el coche a pista sin presentación alguna, tras los problemas que presentaron a primera hora de esta mañana y que les ha condicionado la primera sesión de pruebas. Pero la sorpresa ha sido mayúscula cuando las puertas del garaje de Caterham se abrían. Un morro de concepto radical y una suspensión delantera ‘pull rod’ han sido los primeros detalles del monoplaza que Tony Fernandes ha decidido bautizar como ‘CT05’, cortando la línea seguida con el ‘CT03’ en 2013 y saltándose el número 4 “por superstición”.
Habíamos hablado de las interpretaciones distintas de Mercedes-Ferrari y de Lotus, pero lo que propone Caterham se aleja también de la tónica marcada por Williams, McLaren, Force India o Sauber. Además, el monoplaza verde presenta un ‘monkey seat’ en la zona de salida del escape. Caterham se la ha jugado y es que, tal y como dijo su presidente, “si este año no llegan resultados, nos replantearemos nuestra continuidad.” Destaca enormemente su trasera carenada, al estilo de Red Bull en algunos de los Grandes Premios del año pasado.
Dicho y hecho. Los ingenieros de Caterham se la han jugado, han apostado por un diseño innovador y rompedor; arriesgando se gana y ellos lo han hecho. Ahora toca trabajar en la pista y para ello, Marcus Ercisson ya está rodando en Jerez.