Tras tres años de unión, Garry Rogers Motorsport y Polestar parten peras. El preparador sueco de Volvo decide dejar de dar apoyo oficial a los V8 Supercars, como hiciese Ford a principios de este año.
De hecho Polestar ya no estaba presente a nivel de patrocinio en los S60 de James Moffat y la joven estrella Scott McLaughlin. “Polestar nos avisó a principios de año que su internada en los V8 Supercars había finalizado”, comenta Barry Rogers, hijo de Garry. “Si os fijáis, el año pasado se podía leer ‘Volvo Polestar Racing’ en el alerón, y este año es Volvo Cyan Racing. En los camiones, tres cuartos de lo mismo. De ‘Volvo Polestar Racing’ a ‘Volvo Dealer Team’. Así que la relación con Polestar ha finalizado.”
A partir de la próxima temporada GRM irá sola de la mano, sin apoyo de Volvo. A día de hoy, Volvo se ha consolidado como la tercera mejor marca de los V8 Supercars, entrando con mucha fuerza en 2014 pero con muchos problemas de fiabilidad también. Tras un año y medio de sequía, Scott McLaughlin volvió a llevar a un S60 a lo más alto en el pasado evento de Phillip Island.
Esta tarde mismo ha salido Christian Dahl a afirmar que los Volvo S60 se irán de vuelta a Suecia, con lo que Garry Rogers se quedaría, a priori, sin marca para 2017. Esta noticia llega en medio de un entresijo de rumores que señalaban la salida de McLaughlin del equipo. El viaje del neozelandés al primer evento del STCC (donde 'Scottie' consiguió un podio) este pasado fin de semana involucró también el viaje de Barry Rogers, que negoció la presencia de Volvo en la categoría australiana, al parecer, sin mucho éxito por el momento.
Polestar (ahora conocida por Cyan Racing tras la adquisición por parte de Volvo), por su parte, ha decidido dedicarse al WTCC, categoría en la que han debutado este año. Por el momento siguen detrás de los Citröen, pero el potencial del S60 es amplio.