La nueva era de los Hypercar llegó a Le Mans sin sorpresa: Toyota confirmó su superioridad y se llevó la victoria por cuarta edición consecutiva. Tras quedarse a las puertas en varias ocasiones durante los últimos años, el trío formado por ‘Pechito’ López, Kamui Kobayashi y Mike Conway consiguió alzar el trofeo de la mítica prueba francesa con el GR010 Hybrid.
El coche #7 dominó desde el inicio, donde el Glickenhaus #708 golpeó al otro coche del equipo Toyota GAZOO Racing, el #8 pilotado por Buemi, Nakajima y Hartley, que había logrado el triunfo en las últimas tres ediciones (con Fernando Alonso en 2018 y 2019). Con unas primeras horas muy complicadas por la lluvia, Lapierre cometió un error que dejó al Alpine lejos del liderato y que no le permitió acercarse al Toyota de nuevo.
Ambos Toyota llegaron a los últimos minutos de la prueba con una amplía ventaja sobre el Alpine, algo que aprovechó el equipo japonés. Cuando el coche #8 entró al ‘pit lane’ por última vez esperó a que parara el #7 y salió detrás suyo para brindar una imagen espectacular, la de los dos coches rodando juntos en las últimas vueltas y cruzando la línea de meta en paralelo.
En la categoría LMP2 se vivió un final trágico para Robert Kubica, Yifei Ye y Louis Deletraz. El equipo WRT estaba a punto de firmar un doblete de mucho mérito cuando, en la última vuelta, el coche #41 se paró y no pudo terminar la carrera, dándole la victoria al otro coche del equipo, el #31 pilotado por Charles Milesi, Robin Frijns y Ferdinand Habsburg.
En GTE Pro, el Ferrari #51 pilotado por Alessandro Pier Guidi, Cóme Ledogar y James Calado dio la victoria al equipo AF Corse, que se impuso al Corvette #63 del español Antonio García. Un AF Corse que también se llevó el triunfo de la categoría GTE Am, con un dominio acaparador del Ferrari 488 GTE de Alessio Rovera, Nicklas Nielsen y François Perrodo.