Cuando Erik Comas finalizó su etapa en Fórmula 1, marcada por su accidente en Bélgica 1992 salvado por Ayrton Senna y lo que vio durante la muerte de este en el Gran Premio de San Marino en 1994, recaló compitiendo para Toyota en el entonces recién formado JGTC. Tras dos años, Nissan le ofreció correr para ellos con el Skyline GT-R R34 además de poder competir en las 24 Horas de Le Mans con el Nissan R390 GT1.
Tres décadas más tarde, Comas ha restaurado el R390 GT1 que pilotó en la edición de 1998 de las 24 Horas de Le Mans, reconvirtiéndolo a coche de calle (además de la unidad de homologación original), lo que lo hace único en el mundo. Durante años hemos visto esta verdadera obra de arte pintada de color blanco. Pero para este 2025, Comas ha querido realizar un legado muy especial.
Ahora, el R390 GT1 irá pintado con los colores de Pennzoil, su patrocinador a finales de los 90 en el JGTC en el coche oficial de NISMO. El R390 GT1 se ganó desde el primer momento el corazón del piloto francés, que pilotó para Nissan durante casi una década.
ええやん! pic.twitter.com/mnqspvlKyk
— Okur (@musique0201) May 8, 2025