Seamos sinceros, el Kia K9 tiene toda la pinta de ser un gran coche (equipamiento, motores y presencia no le faltan), pero no llevar la insignia de uno de los 3 grandes, supone un lastre demasiado pesado para triunfar en su segmento en Europa. Por eso los coreanos descartan traerlo hasta nuestras tierras.
Y es una pena, porque aunque sus ventas fuesen testimoniales, podría hacer mucho bien por la imagen de Kia en el Viejo Contiente. Con sus 5,09 metros de largo por 1,90 metros de ancho y 3,05 metros de batalla, el K9 se cuela de lleno entre las berlinas de representación.
Por equipamiento tampoco iba a ser, pues cuenta con imprescindibles como el control de crucero adaptativo, sistema de detección de objetos en el ángulo muerto, avisador por cambio involuntario de carril, cuatro cámaras de visión periférica, sistema de información proyectada sobre el parabrisas, y pluses como el sistema multimedia para los pasajeros de los asientos traseros o la iluminación completa por LED.
En el apartado de motores sí que tiene algunas carencias. La principal, sobre todo de cara al mercado europeo, es la falta de un diesel. Pero como no llegará a Europa, sus 3.8 V6 de 290 CV y 334 CV (este último tiene inyección directa de gasolina y llegará en 2013) cumplen de sobra. Alguien podrá echar en falta los V8, pero Hyundai no parece haber querido cederle a Kia sus motores estrella, y salvo por la cuestión de ‘imagen’, tampoco son excesivamente necesarios.
Ya a la venta en Corea, aquí nos quedaremos con las ganas de probarlo. Tal vez la próxima vez.
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