En una reciente entrevista con The Times, Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, habló abiertamente sobre su experiencia con la depresión, revelando que comenzó a luchar contra esta condición desde los 13 años. El piloto británico, criado en una urbanización municipal de Stevenage, ha recordado a menudo las dificultades que enfrentó debido a su raza y la situación económica de su familia.
Hamilton destacó los sacrificios que su padre hizo para financiar su carrera en el karting, trabajando varios empleos para cubrir los gastos. Aunque estas dificultades marcaron su infancia, el piloto reconoce que esa experiencia le dio una ventaja sobre otros pilotos de F1 que no enfrentaron las mismas adversidades: "Estoy agradecido por haber tenido esa experiencia... Recuerdo no tener dinero. Luchaba contra familias mucho más ricas. Siento que eso es una ventaja".
Durante la entrevista, Hamilton reflexionó sobre su adolescencia y los años previos a su llegada a la Fórmula 1, describiendo cómo el bullying en la escuela y la presión de las carreras fueron factores clave en su batalla con la depresión desde una edad temprana: "Cuando tenía como 13 años... no tenía nadie con quien hablar". A lo largo de su carrera, ha enfrentado estos problemas de salud mental principalmente recurriendo a retiros de silencio y lecturas sobre la materia.
Aunque ha buscado apoyo psicológico en el pasado, Hamilton reveló que no encontró la ayuda que esperaba, pero sigue abierto a la idea: "Me gustaría encontrar a alguien a día de hoy". A pesar de no haber recurrido mucho a la terapia tradicional, ha logrado transformar su forma de enfrentar los problemas y controlar las emociones que antes le causaban frustración: "Lo que me enfadaba en el pasado ya no me enfada a día de hoy. Soy mucho más selecto".
Con esta confesión, Hamilton continúa desmitificando los estigmas en torno a la salud mental, ofreciendo una visión personal sobre cómo ha logrado superarse dentro y fuera de las pistas.