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El pasado martes veinticuatro de febrero falleció Gérard Ducarouge, antiguo director técnico del equipo Lotus y uno de los diseñadores más recordados de la época de los años setenta y ochenta en el mundo de la Fórmula Uno. Además de Lotus, Ducarouge es recordado por su trabajo con los equipos franceses Matra y Ligier, entre otros.
Tras lograr su título de ingeniería aeronáutica, comenzó a trabajar para Matra y sus Fórmula 2 en 1966. La marca pronto subió a la categoría reina, donde alcanzaría el título tres años más tarde junto a Jackie Stewart. Del mismo modo, Ducarouge estuvo al frente del triplete que cosechó la marca francesa en Le Mans entre 1972 y 1974. Al final de ese año Matra se retiró de la competición y Ducarouge se marchó al nuevo equipo creado por Guy Ligier.
Algunos éxitos llegaron, sobre todo a principios de 1979 – antes del ascenso de los Ferrari 312T4 de Jody Sheckter y Gilles Villeneuve – pero la relación duró hasta 1981, cuando Ligier despidió a Ducarouge a mitad de temporada. El francés optó por aceptar la oferta de Alfa Romeo, camino que no llevó precisamente a la gloria: no conseguía dar con la tecla y tras la primera sesión de clasificación del Gran Premio de Francia de 1983, Ducarouge fue despedido al ser descalificado Andrea de Cesaris por tener un coche demasiado ligero.
A partir de entonces, la fortuna sonrió tanto a Ducarouge como a su nuevo equipo, el Team Lotus. Tras la muerte de Colin Chapman en 1982, el equipo andaba sin rumbo fijo, por lo que ficharon al francés, que creó el Lotus 94T en cinco semanas – basándose en el viejo 91, más ligero que el 92 y el 93T. Tal como escribió en su momento Carlos Castella en su blog, en Silverstone Nigel Mansell calificó con el coche viejo y corrió con el nuevo: pasó de decimoctavo a cuarto. Pese a las claras mejoras traídas por Ducarouge, las victorias no llegaban – aunque Mansell pudo haberlo conseguido en Mónaco 1984 de no haber perdido el control en Massenet al darlo todo bajo la lluvia torrencial – hasta la llegada del brasileño Ayrton Senna.
En dos carreras Senna brilló en Estoril – de nuevo bajo la lluvia – y varias victorias llegaron en los años siguientes, tanto con motores Renault como con Honda. Tras la marcha de Senna llegó el Lotus 100T, el cual estaba plagado de errores tanto en aerodinámica como en el chasis, lo cual supuso la marcha de Ducarouge. El final de su carrera estuvo en Larrouse y de nuevo Ligier entre 1991 y 1994 (hasta la compra de Flavio Briatore). Ducarouge fue también el responsable del prototipo del Renault Espace F1.
Desde Revista Safety Car mandamos nuestros respetos hacia la familia de uno de los hombres que, con sus diseños, marcaron una época del deporte que cada día nos mueve a escribir y vivir la vida de una forma especial. Gracias por todo, Gérard.