El piloto canadiense James Hinchcliffe sufrió un espeluznante accidente durante los entrenamientos que la IndyCar ha llevado a cabo éste lunes en el óvalo de Indianápolis, el día después de la clasificación para las 500 millas.
Uno de los brazos de la suspensión delantera derecha del coche de Hinchcliffe cedió cuando el piloto de Schmidt trazaba la curva 3, y el coche se fue recto contra el muro de forma casi frontal, dañando gravemente el lado derecho del monoplaza, que incluso amagó con voltearse debido a esto, antes de acabar sobre sus ruedas.
A pesar de lo violento del impacto, el primero que padece un Honda y -de largo- el más fuerte de los 4 que se han producido ésta semana, sus circunstancias son totalmente diferentes a los anteriores, ya que en esos casos el coche trompeó e impactó lateralmente en dirección contraria, tras lo cual se levantaba del suelo.
Hinchcliffe estaba consciente, pero no pudo salir del coche por su propio pie, ya que no podía andar. Fue extraído del coche y puesto en una camilla por el equipo médico, que le trasladó al Hospital Metodista de Indianápolis. Allí se le detectó una lesión en la parte superior del muslo izquierdo que ha requerido de una intervención quirúrgica en la que Hinchcliffe ha permanecido en condición estable en todo momento.
La lesión que padece, aun así, descarta prácticamente su participación en la carrera del domingo, por lo que Schmidt tendrá que buscar un piloto sustituto, el cual tendrá tan sólo la corta sesión de entrenamientos del viernes para hacerse con el coche. Se especula con Katherine Legge como la opción número 1, aunque otros nombres como Ryan Briscoe o EJ Viso han salido a la palestra.