Oriol Serviá se encuentra cerca de cerrar una participación más en las 500 millas de Indianápolis, la prueba más emblemática del motor del continente americano y una de las grandes a nivel mundial junto a las 24h de Le Mans
Así lo desveló el piloto español al responder a la pregunta de Raúl Benito sobre si estaba en Phoenix mientras se celebraba la prueba. “Estuve en Phoneix antes de la última carrera por varios motivos. Primero para asegurarme que Will Power se encontraba en plena forma, porque de lo contrario me hubiera subido yo al coche y sobre todo porque estoy buscando cerrar un contrato para las 500 Millas de Indianápolis.”
Y es que a sus 41 años, Oriol no se quiere perder la próxima edición de las 500 millas de Indianápolis, la edición número 100 desde que en 1909 se celebrase la primera edición en un rudimentario óvalo de ladrillos, y que únicamente la guerra ha sido capaz de frenarlo desde entonces. “Pinta bien la cosa pero aún no hay nada cerrado. Va a haber que trabajar duro de aquí a final de Mayo. Es una carrera que siempre me gusta correr pero este año especialmente, que es el 100 aniversario y sería la que me toca ganar.”
Oriol, que la pasada temporada anunciaba que dejaba de competir en Formula E para encargarse de la gestión de Dragon Racing, sigue sintiendo las ganas de pilotar, y tal y como contó el piloto, es posible que vuelva a ponerse tras el volante en alguna competición. “Hay posibilidades de que además acabe subido en algún vehículo, pero no hay nada cerrado. Estoy gestionando el equipo Dragon Racing y la verdad es que se echa en falta pilotar, así que estoy intentando subirme en un coche. Es pronto todavía para decir nada, pero está la cosa evolucionando bien.”
Oriol no olvida su participación en St Petersburg sustituyendo a Will Power, lo que le permitió pilotar para Penske, siendo uno de los pocos pilotos que ha estado en todos los grandes equipos de la Indycar. “Penske es como Ferrari en Formula 1. Es el sueño de cualquier piloto en Indycar. Llevaba 15 años aquí soñando con subirme a uno de sus coches. Desafortunadamente fue porque Will no se encontraba bien y fue bastante difícil porque me subí únicamente el domingo directo al Warm-up y a la carrera, pero fue suficiente para ver lo gran equipo que son y entendí por qué cuesta tanto ganarles. Son un super equipo donde no falla nada.”