Mark Winterbottom tuvo un día horrible en la jornada de ayer. Pese a ser el más rápido en los libres con piso mojado, el de Ford terminó en la vigésimo segunda posición. Hoy, con el sol en todo lo alto, era momento de brillar.
Las estrategias variadas de la carrera ocho dejaban un panorama parecido para la nueve. Debido a los juegos limitados de neumáticos, es importante saber manejar bien el desgaste, y más en el circuito con el asfalto más abrasivo del calendario. Este factor abría la ventana de ir a tres paradas. Una parada más que los que fuesen a las dos obligatorias. ¿Ventajas? Tener neumáticos en mejor estado. ¿Contra? Encontrar tráfico y tirar tus opciones por la borda.
La elegida por Winterbottom fue la de ir a dos paradas. Salir tercero no le sirvió de mucho, pues Fabian Coulthard le lanzaría un dardo en los primeros metros de la prueba… ¡le intentó pasar por la hierba! Eso permitió a Jamie Whincup ganar tres puestos en la arrancada, y también respirar un poco más tranquilo a Chris Pither. Por delante, Craig Lowndes superaba en los primeros metros al poleman Chaz Mostert. La mecha de las estrategias empezó a quemar.
Otra causa (no sé si buena o mala visto el resultado final de la carrera) que genera la alta degradación es la paciencia en pista. Adelantar a diestro y siniestro no es inteligente, pues los neumáticos reciben el sobreesfuerzo y la versatilidad a nivel de variar la vuelta para entrar a repostar se ve mellada. O lo que es lo mismo: al haber tan alta degradación, en caso de comerte el caucho te deja incluso en posibilidad de hacer una parada de más.
Tras las primeras diez vueltas, las fichas empezaban a moverse. La ventana para ir a tres paradas se abría. Y el 80% del grupo decidió tomar la elección de repostar tres veces. Los 120 litros obligatorios dan también un poco de movimiento. Ir a dos paradas te obliga a hacer dos relevos largos, con lo que el consumo se reduce al mimar los neumáticos. A su vez, el tiempo en el pit-lane aumenta. Los únicos que decidieron ir a dos fueron Scott McLaughlin, Fabian Coulthard, Lee Holdsworth y, como se mencionó unas líneas más arriba, Winterbottom. El resto tendría que pelearse con tráfico.
La diferencia de neumáticos ayudaría a los que van a tres paradas a recuperar el tiempo perdido… momentáneamente. Debido a la variación de las vueltas de parada (unas 20 vueltas de diferencia en neumático), los que iban a dos paradas tenían la sartén por el mango. ¿Por qué? Pues porque la estrategia era como un espejo. Los que fueron a tres paradas ganaban tiempo mientras los que iban a dos alargaban la vida de su goma. Al parar los que iban a dos (vuelta 30, más o menos), los que iban a tres ya no tenían la goma en buen estado debido al tráfico, lo que significaba que los que iban a dos recortaban la parada de diferencia al resto.
Visualmente se tradujo en una lucha constante del grupo cabecero formado por Whincup, Lowndes, Mostert, Rick Kelly y los dos Holden Racing Team. Entre ellos intercambiaron golpes, aunque no tan contundentes como quisieran: debían mantener la compostura, pues la fase final de carrera podría beneficiarles. Pero con una excepción.
La ventana de dos paradas se podía solapar con la de ir a tres detenciones si se cuidaban los neumáticos blandos de Dunlop, como hizo Scott McLaughlin por poner un ejemplo. Su segundo y último repostaje coincidió con el tercero y último de Lowndes. El de Triple Eight salió justo por delante del de Volvo, y gracias a esa vuelta de temperatura en los neumáticos, el S60 pasó al Commodore VF II. Confluían las dos estrategias. Pero no para Winterbottom, que estaba quince segundos por delante con menos de veinte vueltas para el final.
El único incidente destacable de la carrera fue la salida de pista de Cameron Waters, que le llevó a la última posición con casi dos vueltas perdidas. La igualdad y la variedad estratégica también ayudaron a no ver mucho piloto doblado, con lo que los pocos que se vieron con una vuelta perdida fueron clave.
Justo detrás de McLaughlin y Lowndes estaban dos pilotos muy correosos. Rick Kelly había llevado a su Altima hasta la cuarta posición provisional a falta de pocos giros, con Shane Van Gisbergen enganchado justo detrás. Y un poco más atrás; Mostert, Tander y Courtney. Faltaba alguien.
Como ejemplo de lo que es luchar con el tráfico, el hasta el momento líder del campeonato Jamie Whincup se vio envuelto en peleas que no terminaron de ayudar a su alta degradación de neumáticos. Tras su tercera y última parada estaba décimo cuarto. Muchos puntos a recuperar, pero había tiempo.
Ese mismo tiempo le hacía falta a McLaughlin. Él y Lowndes eran casi un segundo más rápido que Winterbottom, y el de Prodrive pilotaba los neumáticos en peor condición. 8 segundos…6 segundos… El #888 de Triple Eight dejaba que McLaughlin tirara de él. Kelly y Van Gisbergen se pelearon por la cuarta plaza, que finalmente conseguiría el neozelandés recién llegado a la estructura de Roland Dane. Al frente, Winterbottom tenía una ventaja: Aaren Russell era su muralla, aunque era más rápido que él. Debía mantenerle a su estela hasta que llegaran McLaughlin y Lowndes. Era importantísimo. Tanto, que el Falcon FGX y el Commodore se pusieron en paralelo, defendiendo Frosty la posición con el de Erebus. Eso empeoró el ritmo, y McLaughlin lo atrapó. Russell se escapó por delante, ahora se trataba de sacar las uñas y aferrarse a la primera posición como pudiese.
Y lo consiguió. McLaughlin hizo una intentona en curva 7 en la penúltima vuelta, pero eso le costó casi la segunda posición con Lowndes. Winterbottom respiraba momentáneamente, pero fue listo y preparó la salida de curva 6. Si la hacía perfecta, la victoria era suya. La suavidad del actual campeón brilló. Como el sol en el día de hoy. Como brillará a partir de ahora el trofeo en su vitrina particular. Es el octavo ganador en nueve carreras.
Tras 200 kilómetros de carrera y una estrategia tan variada se cerraba el evento de Barbagallo. Craig Lowndes se aupaba al liderato del campeonato con más de cuarenta puntos sobre su compañero Jamie Whincup. Con la victoria de hoy Winterbottom se aúpa a la cuarta posición, persiguiendo a Scott McLaughlin. La próxima cita, en dos semanas en el reasfaltado trazado de Winton.
Resultados Carrera 9
Clasificación General
Fotos: V8X Magazine / V8 Supercars / Scott McLaughlin - Twitter